lunes, 24 de septiembre de 2012

UN MUNDO 2.O


Tuve la oportunidad de asistir hace unos días a "ACTITUD SOCIAL", un congreso sobre marketing y comunicación 2.0 y aún estoy asimilando tal caudal de información muy interesante que pudimos aprender los casi 400 asistentes al mismo. Nadie duda de la importancia de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación hoy en día pero, cuando uno asiste a un evento de este tipo, nos damos cuenta aún más hasta que punto nuestras vidas están interrelacionadas con estas herramientas que ya forman parte de nuestro "modus vivendi".

El mundo de los blog, el posicionamiento en la red, networking, imágenes corporativas, redes sociales, geomarketing, empleo 2.0 fueron algunos de los grandes temas que se trataron en este congreso en el que, de forma maratoniana, sus ponentes explicaron, expusieron y aclararon de forma amena, cercana y de forma muy clarificadora.

Creo que como la gran mayoría de los asistentes, quedé muy satisfecho de mi paso por ACTITUDSOCIAL no sólo por lo mucho que durante el evento aprendí, sino también por el enfoque humano que se le dio a cada uno de los temas tratados. De hecho, actitud y aptitud social fue el título de una de las intervenciones que, conjuntamente con la que trataba de las interrelaciones en torno a las redes sociales daban sentido a esa siempre inevitable dicotomia entre las nuevas tecnología y lo social.

Sea como sea, mi conclusión particular fue esa posible existencia del empuje social a pesar del desarrollo tecnológico. Es más, la utilización de esas nuevas tecnologías para seguir mejorando nuestro mundo desde el punto de vista social, intentando frenar las brechas digitales, apostar por proyectos solidarios de ayuda a los más necesitados y pensar que ante todo, somos personas. No podemos dejar pasar ese impacto brutal que estas nuevas tecnologías tienen en la sociedad para saber utilizarlas en beneficio de los que más lo necesitan. El mundo 2.0 no sólo puede ser de aquellos que tengan y disfruten de las infraestructuras suficientes para lanzarse a la autopista de la información. No debemos permitir que, frente a esas autopistas, aún queden caminos secundarios difíciles de transitar. Y en ese tránsito, todos podemos poner nuestro granito de arena para hacerle el camino más fácil a los que más dificultades tienen. ¿Acaso no es ese un gran proyecto ilusionante para emprender?

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