miércoles, 7 de marzo de 2012

¿LENGUAJE O PERSONAS SEXISTAS?

Un reciente informe de la RAE sobre la incorrección del uso de la lengua no sexista de algunas guías ha levantado cierto descontento y polémica entre varios sectores de nuestra sociedad. El informe, para aquel que no lo conozca, viene a explicarnos las correcciones lingüísticas para un empleo correcto del lenguaje, sin necesidad de hacer una distinción sexista del lenguaje. Nuestro idioma, rico en tantos aspectos, es igualmente capaz de esa distinción entre género sin confusión en la mayoría de los casos, hecho que la propia RAE advierte para que el uso de nuestra lengua sea el adecuado. En circunstancias normales este tipo de informe quizás no hubiera levantado la polvareda que en esta ocasión lo ha hecho pero es que resulta que, con todo el respeto a los señores académicos, las razones lingüísticas pueden estar más que justificadas, pero no las razones sociales.
Por muy bochornoso que nos parezca, las mujeres siguen estando discriminadas en la sociedad actual. Aparte de su trabajo, en la mayoría de las ocasiones menos remunerado, se siguen dedicando al cuidado de sus hijos y mayores, sacando adelante las tareas del hogar y consiguiendo ser madres, esposas y trabajadoras con un rendimiento al cien por cien. Su presencia en los cargos directivos sigue siendo aún una asignatura pendiente y, hoy por hoy, el maltrato machista sigue teniendo cifras escandalosas.
Con este panorama quizás no sea muy acertado que una institución como la RAE, compuesta mayoritariamente por hombres, haga público un informe en estos términos. Es cierto que las guías a las que se refiere el citado informe quizás no han contando con lingüistas para su redacción y que pueden tener alguna incorrección normativa; pero estoy convencido que se han hecho con el máximo cuidado para no discriminar a nadie y que su intención no va más allá de eso.
La lengua es un ente vivo que va íntimamente ligado con los propios usuarios, tú y yo como hablantes que la usamos como herramienta básicas de comunicación. No creo que se trate  que la lengua sea sexista o no, más bien somos los ciudadanos los que expresamos esa discriminación cuando hablamos o escribimos. La RAE, cumpliendo con su obligación, nos marca las pautas de un lenguaje correcto; más allá de las instrucciones que nos tenía acostumbrados aquella ministra de Igualdad cuyo gabinete fue más mediático que eficaz.
La forma de conseguir esa igualdad real, no sexista es; a mi parecer,  poner cada cual nuestro granito de arena para poder salvar esas diferencias por razón de género, aunando esfuerzos en cada uno de nuestros ámbitos más cercanos para hacer visible el papel real de la mujer en la sociedad; de esa mujer que todos conocemos, de nuestra hermana, nuestra esposa, nuestra madre o nuestra abuela, con sus esfuerzos y sacrificios, con sus penas y alegrías, con sus ilusiones y sus anhelos. Y más allá de cuestiones lingüísticas, ocupémonos de hacer real esa igualdad plena para conseguir una sociedad más justa, que aún queda mucho camino por recorrer…

No hay comentarios: