domingo, 11 de diciembre de 2011

TODO LO QUE NO SE DA, SE PIERDE




"Escribanías" recibe en esta entrada una nueva colaboración. En esta ocasión se trata de la aportación de una amiga que ha querido expresarnos su opinión sobre un tema que no puede dejarnos indeferentes a nadie. Por su formación y trabajo, Palmira Blanco tiene una relación muy directa con el voluntario social, con esa persona que aporta parte de su tiempo a los demás. Estas líneas van dedicadas al voluntariado, su importancia y su labor. Gracias Palmira por contar con este espacio, un espacio que hoy también es tuyo. Felicidades además por el artículo.


Durante este año que casi finaliza se ha celebrado el Año Internacional del Voluntariado. Un año donde se ha puesto de relieve desde diferentes ámbitos el desarrollo de este papel a lo largo de varias décadas. Muestra de ello son las leyes que lo regulan y hasta la creación en el 2009 de un carnet especifico en el caso de Andalucía.
Muchas son las formas de voluntariado que nos podemos encontrar si ponemos nuestras miradas en las miles de asociaciones y entidades existentes en nuestro país.
En la realidad de cada día podemos encontrar muchos ejemplos de ello. Durante las campañas electorales, muchos han sido los voluntarios que se han unido a un partido u otro para difundir y promover “las promesas y propuestas de unos y otros”. Y ahora que llegan las navidades, famosos, futbolistas, cantantes, todos ellos, ponen su granito de arena para construir un mundo que necesita de obreros todo el año.
Más diferencias encontraremos si nos situamos desde las convicciones humanas que mueven a cada uno de los voluntarios a realizar su labor.
Si me permitís, yo querría acercarme a nuestro entorno más cercano. Ese donde personas dedican parte de su tiempo diario a prestar un servicio de forma gratuita. Yo no diría desinteresada, porque sí que poseen un interés, el de mejorar las vidas de otros. No se trata de un entretenimiento ni de un hobby, sino de una forma concreta de vivir, donde no se dan cosas, sino que uno se da a sí mismo, algo muy difícil en nuestros días. Gloria Fuertes definiría al voluntario como “el que ha hecho una obra de arte con sus horas libres”
Personas que acuden a hospitales para acompañar a enfermos y sus familiares, para ser el apoyo donde descansar. Gente que desarrolla actividades en barrios desfavorecidos para que sus jóvenes tengas otras opciones. Los hay que se encadenan a nuestros árboles e irrumpen en reuniones “importantes” para que nuestro planeta siga siendo una herencia que dejar a los que vienen. Y otros que desde la compañía afectuosa a tanto “huésped del aire” ofrecen un café.
El crecimiento de este tipo de voluntariado es un hecho esperanzador para nuestra sociedad, donde y parafraseando a Neruda “algo debe germinar, crecer, latir entre nosotros, hay que dejar establecida la nueva ternura del mundo”

Palmira Blanco.

No hay comentarios: