CULTURA JOVEN

Los jóvenes son un colectivo muy importante en todas las áreas de nuestra sociedad y, como no, en la cultura son la base fundamental de la creación y desarrollo artístico. Precisamente con este pensamiento no es la primera vez que le dedicamos algún artículo a los jóvenes desde "Escribanías". Pero en esta ocasión ellos son los protagonistas conjuntamente con la cultura porque precisamente de esa combinación, juventud y cultura, versa nuestro comentario de hoy.

Sin duda alguna, los jóvenes de hoy en día tienen un amplio abanico de posibilidades que le ayudan a su formación tanto personal como profesional. En la actualidad existen numerosos programas que ayudan al joven a aprender nuevos idiomas, formarse, realizar intercambios con otros jóvenes de otros países, acceder al mundo laboral, etc... Pero ¿y en el ámbito cultural? Conocemos que existen los famosos descuentos del "Carnet Joven" en entradas a cines, teatros, conciertos,... pero no se conocía mucho más.
Nuestro jóvenes ocupan su tiempo libre en miles de cosas: escuhar música, chatear por internet, hacer cualquier tipo de deporte (y cada vez más raros), leer un buen libro (que nunca está de más), viajar, jugar a la videoconsola, hacer una "kedada" con esos amigos que chateó, ligar, ir al cine, etcétera, etcétera, etcétera,... Pero ¿está la cultura cercana a los jóvenes?
Con esta idea, la de democratizar la cultura, la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía ha lanzado lo que se ha dado por llamar "Bono Cultural" para jóvenes. Se trata ni más ni menos de un bono con valor de 60 € que se regalará desde este mismo año hasta 2012 a todos los jóvenes que cumplan 18 años. Un bono que podrán canjear en espectáculos teatrales, conciertos, entradas a museos y otros eventos culturales. Una buena medida cuyo objetivo es incentivar el consumo de ocio en tiempos de crisis; ahora tendremos que ver si se hace un buen uso de ella.

Unos 100.000 jóvenes andaluces pueden disfrutar de este bono durante el 2009, una oportunidad para acercarse a la cultura y engancharse a ella. Aunque siempre existirán aquellos que pretendan cambiar su "bono cultural" por una buena mercancia para organizar el botellón del siglo... Pero de ese tema hablaremos otro día.