jueves, 3 de febrero de 2011

PABLO ALBORÁN




Si en mi entrada anterior hablaba de poesía, mi artículo de hoy quiero dedicarlo a la música. Pero entre ambos hay muchas similitudes y éstas van más allá de lo puramente artístico. Se trata de jóvenes que dedican parte de su vida a mostrar su sensibilidad, expresar sus sentimientos y entregar lo mejor de sí en forma de manifestaciones culturales, poesía o música, eso quizás es lo que menos importa.

En esta ocasión quiero hablaros de nuevo del joven Pablo Alborán. Y digo de nuevo porque ya en este blog expresé mis primeras impresiones al conocer su música, entonces en promoción. Este músico, compositor y cantante ve, por fín, su sueño hecho realidad a través de su primer disco. Pablo nos regala en sus diez primeras canciones retazos de su vida, reflexiones sobre amores y desamores, pensamientos jóvenes y cordiales, con toques de melancolía, impregnados en inquietudes y con el optimismo de ilusiones nuevas por realizar. Su música no podía ser de otra manera, melodías cercanas como él, con ritmos muy nuestros, mediterráneos y sones con reminiscencias árabes, guiños "aflamencaos" y fondo muy instrumental. Una música muy agradable para oir con claridad sus letras, el elemento con más valor desde mi punto de vista. Además Pablo ha sabido rodearse para esta ocasión de dos grandes artistas de nuestra tierra: Estrella Morente y Diana Navarro; dos joyas musicales que sin duda le dan una garantía extra de calidad.

Hoy he vuelto a ver a este artista, lo encontré mucho más seguro en el trato con sus seguidores, con gestos de convertirse en uno de los grandes pero con la misma chispa de ilusión y fantasía en sus ojos. Ojeando el libreto de su disco dedica casí tres páginas al apartado de agradecimientos, todo un gesto que le honra y nos hace entrever su sencillez.

Estoy convencido que muchos de vosotros ya conoceréis su single "Solamente tú" y que os encantará. A los que no lo conocéis aún, os invito a hacerlo. Pronto su nombre os sonará a todos y su música os enganchará. Seguro que sí.

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