jueves, 14 de octubre de 2010

A LA BÚSQUEDA DE PALABRAS



Hoy os quiero obsequiar con un regalo, un regalo en forma de palabas que se acopla muy bien a "Escribanías". Se trata de la primera colaboración con la que va a contar este blog y espero que no la última. Una colaboración en forma de relato cuyo autor, aunque lo he tratado apenas en un par de ocasiones puntuales, ha querido compartir a través de este blog uno de sus escritos que no solo me ha sorprendido gratamente, sino que también valoro de forma muy positiva. Por ello quiero enviarle ante todo mi gratitud por su gesto y, como no, mis felicitaciones y ánimos a seguir con el intenso mundo de las escribanias... ¡Gracias!
Os dejo con el relato:

Limpié la casa esta tarde, presentía que algo iba a suceder. Platos acumulados, vasos con colillas, la basura sin tirar desde hace unos días, los discos, salvo uno, fuera de sus cajas y la cama deshecha y vacía.
Descansé un poco después de abrir las ventanas y regar las plantas. No debía estar triste, un poco de orden y de descanso me animaría el espíritu.
Durante la siesta soñé o pensé, no logro discernir entre el sueño y la fantasía. En ese estado de conciencia que no logro identificar estábamos en ropa interior, jugando, riéndonos, forzándonos. Intentabas besarme y yo intentaba hacer ver que no quería ser besado, luego cambiábamos los roles. Sudamos. Pensaba que llevábamos juntos mucho tiempo y al mismo tiempo todo era como si fuese la primera vez.
No te conozco, pero te imagino, te idealizo, te idolatro. ¡Un escritor!.
Yo también escribo, pero no palabras en papel, no con bolígrafo. Lo hago con mi cuerpo, en el aire. ¡Me gustaría escribir tanto contigo!. Un paux a deux o una danza contact. Podría escribir tu nombre con mi pelvis, podría garabatear mi firma en tu mejilla con mi nariz. Podrías escribir tu próximo ensayo de amor sobre mi espalda.

Dudé entre varias de mis ropas favoritas, al final y tras varias pruebas opté por un clásico informal. Mi madre siempre ha dicho que para que una persona vaya bien vestida no tiene que escatimar en calzado, peluquería y plancha, la ropa que lleves es lo de menos. Una sabia.
Cogí la moto y me dirigí al centro donde daba la conferencia. El viento me tambaleaba con una fuerza rabiosa, como si quisiera impedir aquel encuentro tan deseado por mi parte, pero yo dirigía con firmeza el manillar de la moto. Nada ni nadie iba a impedir aquel encuentro.

Un escritor al que conocí unos meses antes en otra ciudad. “La literatura y la felicidad” era el título de la conferencia de entonces, la de ahora no se de qué trata, no importa, será interesante sin duda. En aquella ocasión masticaba chicle, ¡un conferenciante masticando chicle!, paró la conferencia y pidió un cleanex para deshacerse de él. ¡Un Dios!.
A cuatro metros de distancia, con una sonrisa de oreja a oreja, una mirada fresca, vital, una intelectualidad bastante virginal, una elocuencia fascinante, una voz firme y dulce, un nerviosismo contenido, controlado por esa sonrisa, por esa voz y por esa mirada que denotaba una fortaleza sutil, consiguió cautivarme.

Ahora no es verano como entonces, las hojas abrigan el suelo, el frío invita al hogar, pero el hogar es aún más frío en soledad, a pesar de la calefacción y de mi vecina. La calle, sin embargo, presta esa falsa sensación de calor que todos necesitamos. El nerviosismo del deseado encuentro achicharra.

- Hola.

- Hola.

- Te conozco, no te he leído, pero asistí a una conferencia tuya hace unos meses. Te traigo esta carta. Me gustaría que no la leyeras ahora, sino más tarde, cuando estés solo.

- De acuerdo, lo haré así. ¿De qué se trata?.

- Son palabras.

- Bien, me encantan las palabras.

- A mí me gusta más otro tipo de lenguaje.

- ¿Cuál?.

- El del silencio, el de la mirada, el del tacto. Bueno, espero que me escribas cuando la leas.

- Lo haré, pero no con palabras.

Limpié la casa esta tarde, nunca se sabe lo que puede pasar.
F. Gil

1 comentario:

Anónimo dijo...

Me ha gustado mucho el relato, ha conseguido que empiece el día inspirada y con una sonrisa en la cara.

Y sí, tienes toda la razón, sería un proyecto muy bonito :)