martes, 17 de enero de 2012

EL JUEZ JUZGADO

Había una vez un niño que soñaba con un mundo mejor….
Bajo la inocencia aún de un chiquillo de pocos años, observaba ya atento la falta de libertad, las desigualdades sociales y la presión de las clases más pudientes contra los más necesitados. Con el firme propósito de luchar contra esas y otras injusticias y con el apoyo incondicional de una educación ética que le inculcó siempre su humilde familia, esa inocencia pasó a la propia rebeldía de la juventud y de ahí, con el vasto conocimiento de la realidad de los adultos, el niño creció y se forzó para entender y administrar justicia ecuánime para todos.
Sus buenos consejos y su tarea impecable hicieron que su trayectoria comenzará a escalar  posiciones reconocidas en los que el joven pudo desarrollar el sueño que siempre tuvo. Luchó con entereza contra causas que así lo merecían y en su labor no pudo obviar el más ruin de los actos del ser humano, el de quitar la vida a otro ser. A estas alturas, aquel niño ya era un hombre de conocido renombre y su voz ya quiso ser acallada en más de una ocasión por la fuerza del terrorismo.
Decidido, superando barreras geográficas, defensor de los valores democráticos y con el mismo ahínco de siempre quiso sentar justicia en casos realmente escandalosos necesitados de una voz de denuncia para construir, o mejor dicho reconstruir, un mundo más justo pleno en derechos humanos y libertades, ajenos a dictadoras, corrupción, guerras y torturas.
En su intensa labor de denuncia social, aquel juez llegó a ser reconocido por las mejores universidades del momento. Fiel a su propio origen no quiso olvidar aquellos momentos de su infancia bajo el yugo de una dictadura y pensó que era el momento de juzgar también a sus responsables y poder ofrecer la palabra a unas víctimas que fueron por muchos años olvidadas.
Aquel niño que anhelaba un mundo más justo estaba consiguiendo poner lo mejor de sí para conseguirlo, se enfrentaba a los grandes poderes pero siempre creyó en la valía ciega de la Justicia para poner cada cual en su sitio. A pesar de ello, cuando menos se lo esperaba, la diosa Temis también lo llamó a su regazo para ser juzgado.
Había una vez un hombre que quiso un mundo mejor….

(La sala del Tribunal Supremo de España juzga desde el día de hoy al juez Baltasar Garzón, entre otras cosas, por prevaricación y violación de las garantías constitucionales. La acusación pide hasta 17 años de inhabilitación de su labor judicial)

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