jueves, 14 de julio de 2011

LECTURAS VERANIEGAS




En pleno periodo estival, cuando la mayoría de ciudadanos disfrutan de sus vacaciones y dejan apartadas sus responsabilidades laborales, es un gran momento para coger ese libro que tantas ganas tenemos de leer y disfrutar de él. Es tiempo de esparcimiento y como tal tenemos que hacer lo que realmente nos apetece, salir de la rutina y aprovechar cada momento disfrutando de esos pequeños placeres que puede darnos la vida. Precisamente uno de esos placeres puede ser la compañía de un buen libro; sobre todo para todos aquellos que amamos la lectura. Es el momento de retomar ese libro de la estantería que no pudimos terminarlo por falta de tiempo, adquirir aquel otro del que tanto hemos oído hablar o intercambiar libros con amigos o familiares. Sea como sea, siempre pensando en el disfrute de ese tiempo de lectura, de la evasión que nos provoca y, por qué no, de las pasiones que nos pueda levantar.

He oído a muchos premios literarios lo críticos que son sobre la obligatoriedad de la lectura y cada vez estoy más de acuerdo con esa idea, sobre todo después de escuchar a Ana María Matute. En esta sociedad en la que nos ha tocado vivir, tenemos tantas obligaciones que soy de la opinión que la lectura no debe ser una más. Si es así, no estaríamos disfrutando plenamente del placer de leer. Debemos, por tanto, leer aquello que nos atraiga, leer temas que nos interesen o que nos evadan de nuestra cotidianidad, porque siempre, siempre, nos enriquecerán y nos aportaran nuevos horizontes. Los cánones literarios están muy bien para el estudio (siempre sesgado, todo hay que decirlo) de la literatura, pero no muy válidos para el lector habitual, a pesar de las muchas recomendaciones de los más puristas. La actividad lectora nos hará a nosotros mismos los mejores críticos y nos ayudará a discernir de lo bueno y lo menos bueno.

Es tiempo de verano, de tirarnos sin presión horaria en la piscina o en la playa, disfrutar del rincón de la casa que más nos gusta, de noches insomnes para saborear el fresco de la madrugada. Es tiempo de disfrutar de una buena lectura, la que tú quieras, apasionarte y dejar que se apasionen, invitar a leer y saber que esos momentos simplemente lo has elegido tú. ¡Disfruta de tu lectura veraniega!

No hay comentarios: