martes, 28 de diciembre de 2010

INOCENTADAS




Si miramos a nuestro alrededor podemos llegar a pensar que todos los días estamos celebrando el día de los Inocentes... Y es que por mucho que se empeñen, no podemos aceptar ciertas realidades que nos toman como " tontos inocentes", y lo más triste es que hacemos bien poco para evitarlo.

Poco tienen de inocentadas los anuncios a bombo y platillo de líderes políticos de uno y otro color que nos quieren convencer si hay armas de destrucción masiva o si no estamos en crisis Tampoco son inocentadas las cifras alarmantes sobre la educación en nuestro país, de las más bajas de Europa; o esas otras cifras -de las más altas- cuando hablamos de personas desempleadas. "Inocentadas" que pasan también por el ambiente de crispación política entre los principales partidos que no consiguen llegar a ningún acuerdo en temas importantes para los ciudadanos de a pie, tratándonos una vez más como simples inocentes retirándonos ayudas sociales, permitiendo despidos masivos o bajándonos el sueldo a su antojo...

Inocentadas tampoco son la ineficacia de nuestras instituciones cuando siguen sin solucionarse conflictos sociales que atacan directamente contra los Derechos Humanos más fundamentales, cuando siguen muriéndose miles de niños de hambre en el mundo o seguimos sin buscar remedios útiles para evitar el cambio climático y dejar de destruir nuestro mundo. Mientras tanto, otros pocos siguen viviendo en la vanidad y la opulencia, presumiendo de sus magníficos tesoros y celebrando hipócritamente que un niño nació en pobre pesebre...

Podríamos seguir abordando cientos de ejemplos de incoherencias de nuestro mundo y no por ello debemos confundir la inocencia con el conformismo. Es cierto que podemos darnos cuentas de todas esas atrocidades pero quizás nos excusamos que no tenemos las suficientes "armas" para luchar contra ello. Lo más indignante es precisamente cuando nos tratan como eso, como inocentes. Inocentes que nos puedan mover simples marionetas a su antojo. Ante esto cada persona ,por muy inocente que sea, siempre tendrá su mejor escudo, la dignidad del ser humano.

1 comentario:

Argax dijo...

Quieren convertirnos en seres apáticos a golpe de decepción. Estoy de acuerdo contigo, hay que hacer un esfuerzo por moverse, por no callarse, por ser exigentes.

Un abrazo.